Se representa el mitológico tema del Parnaso como lugar sagrado donde residen el dios Apolo y las Musas, asunto tratado por muchos artistas de todas las épocas, entre ellos Mantegna, Rafael, Poussin, H. van Balen, Thorwaldsen, Mengs, Appiani, etc. En el cuadro central de la composición, tallado en altorrelieve sobre madera de sapelly, aparecen dentro del bosque sagrado, con la fuente Castalia en el centro y por encima de ella, Apolo que tañe su lira, a su alrededor las nueve Musas atentas a su música y caracterizadas individualmente por sus conocidos atributos; una de ellas embrida a Pegaso el fabuloso caballo que también les pertenece. En plano posterior están las armoniosas Gracias sus compañeras de cantos y danzas. Hímero el genio del deseo amoroso que convive con las Musas y Gracias aparece de espalda en primer plano también atento a la música de Apolo como lo están unos pastores que descansan en el fondo (vértice del frontón en el que se pueden encajar los personajes).
En las hornacinas laterales aparecen figuras femeninas, talladas sobre el bloque, en madera de arce, que representan, una con un libro a las ciencias y otra con una lira a las artes; el resto de elementos decorativos del marco tienen relación con la ornamentación clasicista. |
